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Hace poco que no escribo nada, lamento el retraso pero he tenido que hacer muchas cosas desde mi último viaje, (estudios, salud…). Os cuento y os ilustro.
El tiempo en Jilin está cambiando muy bruscamente, pasamos del famoso “Se acerca el Invierno “ digno de Lord Stark al “se acerca la primavera”, porque de un día para otro cambiamos de temperaturas que oscilan entre los -6 y los 8 grados como ha hecho hoy, me río yo de los pekineses y su famoso “el invierno de Pekín es muy frío”.
Os ilustro una foto del árbol que hay enfrente de mi cuarto, he estado pensando en hacer una fotografía cada día que pase al árbol para que veáis el cambio, pero no creo que consiga hacer un vídeo en condiciones… pero por probar…



Solo fue una pequeña nevada, acostumbrado a las nevadas típicas que salían en “Solo en casa” por Navidad. Voy a echar mucho de menos este clima y estos paisajes…
La verdad es que mi nueva habitación de nueva tiene lo que yo, es un poco más vieja que la que tenía antes (paredes amarillas y tal) pero bueno, es acogedora y tiene unas vistas muy buenas para ver el río y la ciudad, cuando haga mejor tiempo haré más fotos sobre mi pequeña “prisión” (ya que apenas salgo últimamente debido al estudio).
Una de las vistas más románticas y relajadas que puedo hacer es sobre las 18:00 cuando anochece (los días se hacen más y más largos afortunadamente), a mi esta foto me encanta, la Oscuridad venciendo a la luz, ¿o era al revés? El hecho es que el combate de colores se destaca en la fotografía y eso genera vida, bajo mi punto de vista.



En fin, como iba contando, este cambio de temperatura me ha pasado factura, desde una tos que va remitiendo a base de infusiones de limón, miel y agua caliente y que ha desaparecido a un dolor de espalda un tanto especial, especial porque el dichoso dolor aparece todas las noches a las 6:30 a.m aproximadamente y me es útil ya que me ahorro de poner el despertador, ya sabéis, a mal tiempo buena cara y si no hubiera llevado a “rajatabla” este código de conducta habría acabado bastante loco y mal, por suerte o no, sigo cuerdo y estoy bien.
El dolor se sitúa en torno al centro de la columna vertebral y de seguir así iré a un hospital, pero por el momento solo es muy puntual y preguntaré a la mujer de mi primo que es fisioterapeuta el motivo de a qué se puede deber, ya que me siento correctamente y duermo en la posición correcta. Imagino que es por la vida “sedentaria” y por el cambio de temperatura, esperemos y toco madera.
Y como os dije que a “mal tiempo buena cara” decidí hacer algo muy chino, ir a un masajista para que me realizara un 按摩 (anmo) (masaje).
Sam ya solía hacer esto antes que yo y conocía el sitio donde poder realizar masajes, así que le pregunté cual era el sitio y que me llevara si el va, Sam me dijo que iba una vez a la semana y que iba ese mismo día, así que me fui con el.
Al llegar, vi que el establecimiento estaba perfectamente señalizado y le pregunté si ese sitio era de fiar y no era un “timo”, el me dijo que no, que era un sitio perfecto para la salud, así que tras hacer la foto entré.



Al entrar, vi que era un establecimiento bastante grande y limpio, así que me inspiró confianza, había muchísima higiene, como las clínicas españolas, me llevaron a una habitación con una cama especial para los masajes (con un agujero para poner la cabeza ahí y evitar que doble el cuello).


Yo sabía que el masaje iba a doler y no me equivocaba, duele, y a veces deseas decirle “para, fui yo, yo soy el asesino”, pero no, te quedas callado y vas experimentando el dolor a base de aceites, el tacto de las manos, etc. Iba estudiando los movimientos que realizaba con las manos para “imitar” algún día un masaje chino.
La mujer tocó una serie de puntos con un dedo en mi espalda y columna, que de ser una experta en artes marciales me dejaría K.O en segundos, como los puntos de unión entre las vértebras y en el omóplato, era una sensación de curiosidad insana pero necesaria, porque al final me mejoró mucho el dolor de espalda y apenas apareció (hasta varios días después).
La anécdota fue a la hora del masaje, le dije a la masajista que le pagaría por un masaje de medio cuerpo, no uno de cuerpo entero, (es decir, para los malpensados, de cintura para arriba es medio y desde los hombres a las piernas boca abajo es el doble o completo), el precio son unos 50 yuanes durante 45 minutos, los mejores 50 yuanes invertidos, la muchacha me dijo: “Bueno, voy a hacerte uno completo y te cobro la amistad porque me caes muy bien, es extraño ver a europeos aquí y tu chino es demasiado bueno, casi como el de un chico.


Pero le dije aquello de: NA LI, NA LI, WO DE ZHONGWEN BU HAO. Porque no quiero creerme que es bueno para nada ni quiero mostrarme un arrogante…
Total, que al finalizar el masaje me dio su número de teléfono para llamarla y quedar una vez por semana. Cosa que encantado haré.
Pero con los días el dolor volvió y no quería estar drogado a base de ibuprofeno y mucho menos quitarme una hora de sueño (de media unas 6-7 horas) y ahora unas 5, así que fui a la farmacia a preguntar si pueden recetarme algo, la farmacéutica me dio unos parches para la espalda y todas aquellas partes del cuerpo doloridas, parecidas al réflex, imagino que me calmará el dolor, ya que lo probaré esta noche.



Imagino que será cosa de la edad, pero bueno. Recordad, a mal tiempo buena cara.

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2 comentarios:

asialover dijo...

Pues que te mejores, una experiencia bastante curiosa y una narración del paisaje invernal que... me he imaginado a ti en tu habitación mirando el paisaje. XD

Francisco Jesús dijo...

jaja ya estoy mejorado, tengo que seguir escribiendo, pero tarda un poco porque quien lo publica es mi novia y ahora anda ocupada con sus cosas.

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