El Gran Camino: El Deshielo

El Deshielo

1:10 |

我回来中国。

La vuela a China.

Tras un viaje de 16 horas interminable llegué.

Lo peor del viaje fue como siempre el trato en Barajas, con Swiss, pensaba que era una compañía muy seria y buena (y de en efecto lo es) pero cuando a las 7:00 a.m la chica del mostrador, tan seria y con una cara de no haber consumado nada los días anteriores te ve y te dice, ¿lleva equipaje de mano? ¿podría pesarlo? Tu cara cambia de alegre a un estado de “estreñimiento insano”, básicamente cuando en tu equipaje de mano puedes llevar 8 kilogramos y pesaba 13… más cuando te obligan a pagar entre 35 y 150 euros por facturarlo y que tú mismo lleves ese equipaje, eso era lo que tenía que pagar pero pícaro de mí que me hice el loco. Le dije: “si, deme el billete que ahora lo hago” y no, no lo hice ni lo haré, total, siempre van con prisas y pasó lo que tenía que pasar, que pasaran de largo y no lo verificaran.

Llegando a Zurich, tenía 50 minutos para cambiar de avión, eso fue un… ¡todos a correr!, prácticamente porque pensaba que no llegaba a tiempo y me iba a quedar en Zurich para aprender alemán, italiano o francés, juro que en esos momentos de angustia balbuceaba esperanto y sacaba el inglés de “mala follá” que tengo (porque cuando estoy cabreada o extresado me sale un inglés muy norteamericano). Después de correr y de sentarme en el avión, me di cuenta de que había gente que llegaba tarde y lo esperaron, total, que aprendí una lección en la vida: “hay que ir sin prisa pero sin pausa”.

Ya en el avión, pensé que no había nadie al lado mía y me senté, pero mirando los papeles típicos del avión (folletos y merchandising) me di cuenta de que algo no estaba en orden, había unos apuntes sobre la economía china en español y me dije “aquí se va a sentar un español que no soy yo y que va a Pekín, va a ser entretenido el viaje”. Pero no, no se sentó un español, ni una española, se sentó una chica china que estudiaba en la Universidad Complutense de Madrid y que estudiaba español, la chica era de la ciudad de 西安 (Xian) e iba a pasar 5 días en China. Me alegré mucho y empezamos a hablar todo el viaje, a veces en chino otras en español y nos intercambiamos los números de contacto para hablar y ayudarnos, ella me ayudó en Pekín y yo a ella para que llamara a su familia con mi número chino. Juro que fue el viaje más corto que he hecho, hablando se le pasa a uno el tiempo de una manera increíble.

Ya en Pekín pensé que me quedaba menos, llegué a las 6 y algo de la mañana aproximadamente y mi vuelo salía a las 8 y algo (el último vuelo es para Changchun, es decir, hice un viaje Antequera-Madrid (5 horas)-Zurich (2 horas)Beijing (8 horas)Changchun (1h 30´) todo aproximado) pero cual fue mi sorpresa que el vuelo se retrasó… ¡2 horas!, dos infernales horas que se me hicieron eternas, estaba muy cansado y sin ganas de leer ni de dormir, puesto que tenía miedo de perderlo…

Después de toda esa odisea llegué a Jilin y a mi residencia, todos me recibieron de buen agrado (incluso los recepcionistas cosa que me sorprendió), llegué a mi cuarto, solté las maletas y aguanté hasta la noche para dormir pacíficamente.

Debo decir que me sorprendió el clima, me esperaba el clima típico de Invernalia, pero no, estaba cambiando y aquello de “Se acerca el invierno 冬天来了 o Winter is coming pasó a Se acerca la primavera 春天来了, Spring is coming.

Jilin estaba evolucionando y se estaba deshelando , os muestro algunas fotos.

Pronto podré jugar a baloncesto, con sus dos metros de nieve aún.

El deshielo suena bastante a tranquilidad, ese típico chorrito de agua tan relajante… pero también provoca grandes destrozos, como al cañería al lado de la universidad, que reventó (es ya la segunda)

Ya puedo ver la hierba del campus también, cosa que se echaba de menos.

Y bueno, como aprobé con muy buena nota el semestre anterior me subieron de nivel y este es mi horario, algo más “extresante” porque es un poco más difícil pero al menos los viernes tengo una clase nada más.